jueves, 6 de diciembre de 2012

Montréal


En Navidad es cuando más te extraño, el resto de los 11 meses del año parecen pasar con tranquilad pero cuando diciembre llega, todos los recuerdos ignorados, las ausencias y la melancolía vuelven. Siempre vuelven a pesar de que aquí no hay nieve y es verano, a pesar de que tengo a otro durmiendo en el lado derecho de mi cama y tomando el izquierdo de mis adentros y que la soledad ya no es un tema de calor humano sino de cercanía existencial. Perenemente estás presente, sin importar que a cada uno el destino nos haya engañado por un par de años, que los paisajes sean diversos por consecuencia de la distancia, de la vida, de la edad.

En Lima siempre retorna la tristeza de tenerte lejos, reaparecen los remordimientos y los hubiera. No hay refugio de la memoria, no hay protección del pasado ni de ti, porque tú, tú siempre tiendes a regresar.
 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Paranoia

He entrenado a mi mente
a sumergirte en el olvido,
cada vez que la parte posterior de mis párpados te imagina,
me obligo a abrir los ojos y ver la luna...
Fijo mi mirada en las alturas,
engaño al recuerdo en la oscuridad,
intento pretender que no te veo,
que no te siento, que no te extraño y
que en esas 12 horas mi subconsciente está desquiciado.

Le he enseñado a mi espíritu
a no tenerte tan presente cuotidianamente,
le he susurrado a mi pecho y mis costillas
que contengan cualquier suspiro o latido...
Respiro la neblina limeña matutina,
inhalo sabias decisiones y soleados juicios,
durante medio día protesto, agonizo y razono,
solo para exhalar frases convincentes de que no existes.

Me he encontrado con mi ser hecho un reloj con 24 horas,
jamás en mi existencia la dualidad había sido tan consistente,
nunca antes me había encontrado con un reflejo mío tan distante,
tan bipolar.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Uno de esos días


Hoy es uno de esos días. Uno de esos en los que los cuestionamientos abundan, las preguntas saturan y la melancolía se agudiza. Hoy es un día en el que el consuelo resulta redundante y las palabras son fríamente sólo palabras. Hoy es un día en el que he sufrido al ver la insensibilidad del hombre, el despotismo de mi prójimo y el declive de la humanidad.

Hoy es ese día en el que vi a un anciano cargar la responsabilidad de su existencia al pedalear La Marina y a un joven observarlo con indolencia en las pupilas. Hoy he llorado en un fallido intento de entenderlo, asimilarlo y distinguirlo todo y no he hecho nada más... No he hecho nada.

Hoy me da asco mi humana condición, me da asco mi piel, mi ascendencia, mi melena, mi bajeza de espíritu y mi dejadez.
 
 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Permanecer no es lo mismo que estar



Estoy tan ausente como lo están las nubes en el verano. Ando distante de la realidad y perdida en tiempo, espacio, dimensión y profundidad. Vivo sin darme cuenta que estamos miércoles, que es de noche y ya llegó Octubre una vez más. Vivo sin tomar conciencia de lo que he hecho ni de lo que debería tener planeado hacer.
 
Estoy sobrellevando mi existencia de a pocos, los días los voy tomando uno a uno, con cierta dificultad en ocasiones pero a mi paso, a mi ritmo peculiar. Crecer se va volviendo cada vez más angustiante, sé es más trabajoso estar satisfecho, se vuelven más exigentes el ama, el cuerpo y la rutina.
 
Estoy haciendo todo lo posible por seguir andando, por caminar de aqui a allá, por sentir, por experimentar, por olvidar, por perdonar, por permanecer... Y sin embargo siempre queda la pregunta, ¿estoy?

lunes, 1 de octubre de 2012

Octubre (de "La Brutalidad De Los Hechos")

Octubre
Hay algo extremadamente melancólico que crece cada año, mis cabellos y mis extremidades parecen sentirlo también… Intentan expandirse con rapidez en el fallido intento de abarcar aquel sentimiento que me atiborra las arterias en el mes de Octubre.
 
Son los días y mañanas llenas de realidades ignoradas en mi niñez, es la pesadez de mis acciones y las consecuencias de mis impulsos; es la vida que se me va escapando de las pestañas mostrándome mi redundante y olvidable humana condición.
 
La simplicidad de los hechos parece haberse desvanecido, la belleza toma otro concepto y todo se va revolviendo en un remolino de vientos de primavera. Y es esa corriente, la cual después de recorrer los pensamientos más oscuros y las ideas más brillantes, llega un 17 a narrarme existencias más impresionantes que la mía… Son millones los cabellos más extensos que los míos, que parecen enloquecerse bajo su poder, son millares los suspiros mas afligidos que sus potentes ráfagas ocasionan, son cientos los cuerpos que obliga a calentarse y numerosos todavía a los que fuerza a petrificarse en el frio de sus conciencias, en la frialdez de sus lamentos.



miércoles, 26 de septiembre de 2012

Origen


Todo lo que tengo es esta ciudad
Y ésta me envuelve en su conjunto.

Aquí, me resultan demasiado predecibles las calles
Su familiaridad me compromete a escapar lejos;
Siento que corro el riesgo de perder la cordura, los huesos y la piel.

Transito las calles de este pueblo,
Reconozco su profundidad, sus direcciones y pavimentos,
Me asombro ante su anchura,
Su grandeza hace que me duelan las extremidades al andar;
Cada paso la vuelve más inmensa,
Cada paso hace que me cueste respirar.

Alguien que me ayude a huir…
Ando ansiosa de admirables alturas,
Me llaman esos paisajes solemnes, ese existir desconocido, esa libertad.

Éste lugar me sostiene sin opción a fuga,
A pesar de mi resignación y melancolía,
Éste lugar no me deja emigrar,
No importan mis ansias de ver el horizonte cercano,
Éste lugar es tan mío como yo soy suya.

En esta ciudad,
En esta noche,
Ya no queda más que el conformismo,
Me dejaré llevar por la neblina de la hora,
Estaré en cada muro, balcón, pasaje y quinta,
Me despediré con un reconocimiento…
Creo que moriré hoy, aquí, en esta urbe, llena de su totalidad.

martes, 7 de agosto de 2012

Confieso


Que todavía no sé lo que es la poesía,
Soy inculta con su contenido, desconozco con qué se combina e ingiere
O de qué se alimenta y reproduce.

No sé a qué está sujeta toda la gama de su arte,
Ni tampoco lo que debe de ser lo correcto entre sus líneas
O lo que jamás debería de ser deletreado.

Será quizás que no sé nada de la vida,
Que el mundo me ha tratada como ignorante,
Me ha rescatado de cualquier aptitud
Y me ha aislado de definiciones trascendentales.

Menos sé algo del cosmos, del universo,
De Platón, de Darwin o siquiera de Vallejo;
Pero tengo la seguridad escondida en mi melena
Que sin la poesía
Mis extremidades no tendrían propósito,
Mi alma sería un vacío aún más grande y oscuro;
Que sin su presencia no gozaría de esta libertad adictiva,
Obsesiva y necesaria para confesarme sin prejuicios ante un pedazo de papel.