viernes, 11 de diciembre de 2009

Biografía




Hace poco me preguntaron porque escribía, mi respuesta fue simple y honesta “Porque tengo un lápiz y un papel”.

A lo mejor la modestia de mi réplica fue graciosa o lo tomaron como una forma de ironía o sarcasmo ya que al escucharla no pudieron evitar sonreír. Casi por inercia reconsidere las palabras que minutos antes habían salido de mis no tan carnosos labios y no pude evitar cuestionar mi razonamiento y mi existencia.

Los arrebatos de inspiración son inesperados e inconsistentes, no es como si todas las mañanas me levante y me proponga escribir algo que ronda mi tan cagada mente o imaginación. No, definitivamente no es así, no tengo fecha limite ni fecha de cierre para conjugar los verbos, sustantivos y adjetivos que me acosan. No, no hay duda de que lo que hago, simplemente lo hago porque encuentro cierto placer y delicia al hacerlo.

Escribo desde pequeña y he podido ver con orgullo la evolución de mi literatura, no tengo ninguna formación académica al respecto y desconozco totalmente la estructura de mis poemas lo que le da un toque de autenticidad e ingenuidad a mis escritos, haciéndola aún mas querida por mi corazón. Ahora mis temas son variados, ya no suelo escribirle ni a mi perro, ni a mi madre ni a mi padre, aunque debo de confesar que indirectamente uno que otro verso hablan de ellos, ahora menciono a héroes, penas, alegrías, agonías, incertidumbres, perdiciones y libertades.

Tengo más de 13 novelas empezadas y ninguna sin terminar lo que confirma mi incapacidad de terminar algo y mi apego hacia la poesía. Fue con Vallejo con quien corroboré esta teoría, no con “Heraldos Negros” ni con “Trilce” sino con “Los Dados Eternos”, “Pasos Lejanos” y “Masa” quedándome perpleja ante la nostalgia y emoción que cada página contenía. Si, fue Vallejo quien sin saberlo me susurró que su arte no tenía murallas y que sus sentimientos eran suyos sin importarle que pudieran ser interpretados por los demás.

Así, he llegado a la conclusión que no tengo una explicación lógica o detallada del por que escribo lo que escribo, así como también desconozco si esto se trata de una capacidad extra, un don, una habilidad o si simplemente es una forma diferente de expresar cada experiencia, estremecimiento y pasión en un par de líneas utilizando un lápiz y un papel (en este caso, un teclado y una pantalla). No lo sé, y no creo poder a llegar a entenderlo en algún futuro cercano de todas formas…

Mi confianza en mis poemas me da la seguridad de que simplemente es algo bueno…Quizás no en la magnitud de Arguedas, Varela, Baudelaire, Borges, Hesse, Austen, Pacheco, Neruda, Poe o Santos Chocano, pero si en la profundidad de mi individualidad. Así que a pesar de que no haya ganado ningún concurso por parte de ninguna institución reconocida, ni ningún tipo de reconocimiento, seguiré escribiendo mediante las facilidades que me da la tecnología, con la esperanza y la certitud de que alguien los lea y sienta la bondad de mi escritura.

martes, 10 de noviembre de 2009

Diccionario


El verbo haber parece haberse conjugado demasiado,
Su forma pasada me espía y me murmura,
Presentándome todas las oraciones que la acompañan.

Te hubiera dicho que te quería
Y no mostrarme tan insensible ante tu desconsuelo;
Te hubiera amado como nunca
Y no alejarme para evitarte el sufrimiento de mi ausencia;
Te hubiera acosado hasta el hostigamiento
Y no dejarte en el abandono de mis memorias.

Las comas y los puntos de los textos,
Los guiones y asteriscos se entrelazan con mi intranquilidad;
No debí haber renunciado
No debí haber experimentado aquel sentimiento.

Hubiera buscado la manera de que funcionará,
Rehusándome a dejarte;
Hubiera puesto un ultimátum a mi suerte,
Escapándome del destino y rezando un Ave Maria;
Hubiera llorado océanos en vez de ríos,
Muriéndome ante el dolor.

La gramática está en mi contra,
Y sé que la ortografía y puntuación no vendrán a socorrerme,
El hubiera no cambiará a futuro
Así como tú y yo sabemos
Que he estado lejos por un lapso muy largo,
Que te añoro y que te recuerdo,
Y que fuiste más de lo que le admito al corazón.

domingo, 21 de junio de 2009

Números







Somos un par de coordenadas
La constante preferida, lastimosamente eres tú
Y yo la absurda variable dependiente;
Estás en mis ecuaciones más confusas,
Y todos los signos matemáticos resultan sin valor.

El menos parece restar el mas imperceptible imperfecto y
Aún así el mas no cree poderlo compensar,
El resultado es siempre negativo…
Pero el argumento siempre deriva a una suma.

Me resguardo en la división,
Si bien siempre suele concluir en decimal,
Lo multiplico por un cero, lo redondeo,
Y las infinitas comas me acosan,
Me hostigan, has seducirme y fascinarme.

Tus besos se encuentran al cuadrado,
El mas costoso radical son tu caricias,
Mi raciocinio no aguanta tanta matemática,
Me marea el vaivén de números,
Y pretendo que,
Cual número complejo te puedo estrictamente simplificar.

¿Dónde esta mi trofeo por los 20,
Y mis castigos por tantas censuras?,
Los diplomas ya no valen nada,
Aquellos lotes de papel están desiertos;
No hay borrador más dinámico que tú ofensa,
Ni corrector más blanco que mi desprecio.

He contratado a 15 maestros,
Catedráticos, profesores, tutores,
Dispuestos a enseñarme a razonar,
A demostrarme como interferir con tantos cálculos,
A desprenderme de tus exámenes crueles.

Los científicos siguen escudriñando,
Las publicaciones y artículos son cada vez más diversos,
Aún no hallan instrucciones,
Ninguna suposición, ninguna conjetura
Ni un teorema para siquiera comenzar.
Hay tantas formulas entre mis ojos
Y el prisma cada vez magno,
El cóncavo cada vez íntimo,
El amor cada vez indescifrable.

XYV


Once palabras sirven para detallar precisamente
Todo lo que mi alma de ti detesta,
Y aun siendo consciente del gran desgaste que ella corre,
Sabiendo todas las conjugaciones, sinónimos y adverbios
Que estas palabras contienen,
No puede borrarte cual letra escrita en hoja blanca.

Esta de más insistir
En esa veneración casi enferma que contiene tu espejo,
Tal cual hombre superficial,
Postrado ante la belleza finita,
Incapaz de comprender la hermosura celestial.

Así como la lindura te resulta una cualidad,
Es tu concepción de riqueza,
La que me resulta más irrelevante,
Como todo materialista de primera
Siempre debías perpetuar
Tu lema sagrado de inconciencia pues
Cuanto más tengas mas vales;
Y dile ahora a tu corazón interesado,
¿Habrá moneda tan gigantesca que valga mi pasión?

Pensar que todavía sigues con la ingenua idea,
Que eres cual astro enorme en el universo
Y que aun todos los planetas giran a tu alrededor;
Lo que tu mente ignora es que
Solo eres el egocéntrico de tu propio amor.

Te ensalzas al contemplar tu reflejo,
Atónito ante toda tu falsa veneración,
Misma historia de Narciso,
Ten cuidado mi querido narcisista
No te vayas a ahogar en el lago de algún lugar olvidado,
Donde la soledad y el abandono manejan tu interior.

Se llenan de vergüenza mis sienes,
Al acordarse de que en algún momento casi
Se suicidan mis ideologías
Traicionadas por tu racismo y tu ternura,
También contradictorias como lo fuimos tú y yo.

Con la seguridad que mi memoria contiene
Incluso con la certeza de mis labios,
Fui testigo de los más grandes egoístas,
Pero no hay duda que si premiación hubiera
Terminarías exhausto y con los brazos abatidos
Por todos los trofeos que deberías de cargar.

Solo por hoy,
Pretendo que te odio,
Que tu mirada no me encanta y
Obvio el hecho que solamente tu
Has logrado hacerme reír a carcajadas.

Solo por hoy,
Escondo el resto de términos análogos
Que tan bien suelen definirte,
Remuevo patán, tarado,
Ordinario y patético
Y los que anteriormente tan fríamente mencione.

Solo por hoy,
Prevengo que tu sortilegio me entorpezca,
Y dejo paulatinamente que me llene
Todo el resentimiento que debería haber en mí,
Y lamento tanto que en esta tarde,
Cometa el fallido intento de aspirar suprimirte
Asesinando todo lo bueno de tu existencia
Por todo lo que nunca pude cambiar,
Que en conclusión fue el motivo
De mi condición amarga de enamorada sin enmienda,
De masoquismo sin razón.