martes, 7 de agosto de 2012

Confieso


Que todavía no sé lo que es la poesía,
Soy inculta con su contenido, desconozco con qué se combina e ingiere
O de qué se alimenta y reproduce.

No sé a qué está sujeta toda la gama de su arte,
Ni tampoco lo que debe de ser lo correcto entre sus líneas
O lo que jamás debería de ser deletreado.

Será quizás que no sé nada de la vida,
Que el mundo me ha tratada como ignorante,
Me ha rescatado de cualquier aptitud
Y me ha aislado de definiciones trascendentales.

Menos sé algo del cosmos, del universo,
De Platón, de Darwin o siquiera de Vallejo;
Pero tengo la seguridad escondida en mi melena
Que sin la poesía
Mis extremidades no tendrían propósito,
Mi alma sería un vacío aún más grande y oscuro;
Que sin su presencia no gozaría de esta libertad adictiva,
Obsesiva y necesaria para confesarme sin prejuicios ante un pedazo de papel. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario