Hoy es uno de esos días. Uno de esos en los que
los cuestionamientos abundan, las preguntas saturan y la melancolía se agudiza.
Hoy es un día en el que el consuelo resulta redundante y las palabras son fríamente
sólo palabras. Hoy es un día en el que he sufrido al ver la insensibilidad del
hombre, el despotismo de mi prójimo y el declive de la humanidad.
Hoy es ese día en el que vi a un anciano cargar
la responsabilidad de su existencia al pedalear La Marina y a un joven observarlo
con indolencia en las pupilas. Hoy he llorado en un fallido intento de entenderlo,
asimilarlo y distinguirlo todo y no he hecho nada más... No he hecho nada.
Hoy me da asco mi humana condición, me da asco mi
piel, mi ascendencia, mi melena, mi bajeza de espíritu y mi dejadez.
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