jueves, 6 de diciembre de 2012

Montréal


En Navidad es cuando más te extraño, el resto de los 11 meses del año parecen pasar con tranquilad pero cuando diciembre llega, todos los recuerdos ignorados, las ausencias y la melancolía vuelven. Siempre vuelven a pesar de que aquí no hay nieve y es verano, a pesar de que tengo a otro durmiendo en el lado derecho de mi cama y tomando el izquierdo de mis adentros y que la soledad ya no es un tema de calor humano sino de cercanía existencial. Perenemente estás presente, sin importar que a cada uno el destino nos haya engañado por un par de años, que los paisajes sean diversos por consecuencia de la distancia, de la vida, de la edad.

En Lima siempre retorna la tristeza de tenerte lejos, reaparecen los remordimientos y los hubiera. No hay refugio de la memoria, no hay protección del pasado ni de ti, porque tú, tú siempre tiendes a regresar.
 

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