En Navidad es cuando más te
extraño, el resto de los 11 meses del año parecen pasar con tranquilad pero
cuando diciembre llega, todos los recuerdos ignorados, las ausencias y la
melancolía vuelven. Siempre vuelven a pesar de que aquí no hay nieve y es
verano, a pesar de que tengo a otro durmiendo en el lado derecho de mi cama y tomando
el izquierdo de mis adentros y que la soledad ya no es un tema de calor humano
sino de cercanía existencial. Perenemente estás presente, sin importar que a
cada uno el destino nos haya engañado por un par de años, que los paisajes sean
diversos por consecuencia de la distancia, de la vida, de la edad.
En Lima siempre retorna la
tristeza de tenerte lejos, reaparecen los remordimientos y los hubiera. No hay
refugio de la memoria, no hay protección del pasado ni de ti, porque tú, tú siempre
tiendes a regresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario