domingo, 8 de julio de 2012

Lugar estacionario

Siento que pican las raíces de mis sueños en toda la cabeza. Me piden brotar cuál cabellos frondosos y omnipotentes en los cielos de mis sienes, quieren contemplar allá en lo alto todo lo que la bajeza de mi obligo no puede.

La vida se me va pasando de a pocos, hace tanto tiempo que no la siento palparme la piel con la misma intensidad que solía. Mis pupilas han perdido su capacidad para en maravillarse y a pesar que veo la belleza, ésta parece nunca poder encontrarme.

Ya van siendo 22 años que traigo equipaje nómade y vengo comportándome cuál mendigo. Ya es demasiado tiempo que me sumo a huidas espontáneas y negaciones en secuencia. Todo resulta obvio al cabo de tanto tiempo: creo que ya es hora de plantarme en este suelo que hace que todo duela menos.

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